Por ahora... no tengo nada que decir.

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Noches de insomnio. Esas en las que el cerebro parece que se activa cuando en realidad lo único que el cuerpo quiere es descansar. Así soy yo, una de cal y una de arena, parto de no conseguir dormir aún queriendo hacerlo con ansia para que llegue mañana para darme cuenta de que puedo llegar a ser tan fuerte como sensible, tan alegre como tímida, tan cálida como fría...  Tan..., tan... incoherente como el hecho de que quiera estar durmiendo y haya decidido ponerme a escribir. Buenas noches.

Adoro el silencio. Ese en el que no se piensa. Ese con el que logras desconectar cada manía, problema, remordimiento, sentimiento... Sí, ese tan difícil, ese con el que lo único que puedes llegar a escuchar es la libertad.